El marketing digital ha revolucionado sobremanera la forma de relacionarse del pequeño comercio con su cliente final, con el cliente de toda la vida. Las redes sociales han supuesto un paso más allá en el clásico concepto de escaparate para convertirse en el mejor mostrador online donde dar a conocer las novedades, productos y lanzamientos de las empresas. En cómo gestionarlas está la clave.
Que las pequeñas empresas confían en las redes sociales es algo ampliamente aceptado. Y no solo porque estos nuevos canales de comunicación e información estén más de moda que nunca. Han aceptado la máxima que asegura que “Empresa que no está en redes sociales, no existe”. Y se han lanzado a interactuar –con menor o mayor fortuna y con menor o mayor acierto- en las redes sociales aprovechando la gratuidad de éstas y el alcance que pueden llegar a tener más que los vecinos del barrio que pasan a diario por su puerta.
Según un reciente estudio realizado por la empresa americana Invespcro, titulado Online Marketing For Small Businesses – Statistics and Trends, el 88% de las pequeñas empresas consideran ya muy importante tener página web e implementar una mínima estrategia digital. El 68% de éstas creen que las redes sociales son vitales para mostrar sus productos, una cifra que aumenta al 81% en el caso de España. También más de 7 de cada 10 creen que los anuncios y la publicidad en el marketing digital es importante para vender más y el 37% afirman que van a incrementar el gasto en marketing digital en redes sociales durante los próximos doce meses.
Cómo usar las redes sociales por parte de las pequeñas empresas
Sin embargo, no basta con tener redes sociales y ya está. En juego está algo tan importante como la reputación online de las empresas, por muy pequeñas que esta sea. Da igual si es una diminuta mercería de barrio, una tienda de licores, una boutique de moda o una tienda centenaria para la que parece no pasar el tiempo. Si pequeñas tiendas como estas usan las redes sociales deben saber cómo actuar y qué no hacer. Un mal comentario, una mala actuación o un rumor -cierto o no- en redes sociales puede perjudicar de forma significativa este negocio con la misma fuerza que un cotilleo de barrio de toda la vida.
Confiar en los servicios de marketing digital de profesionales debidamente capacitados y experimentados, con tarifas personalizadas a este tipo de pequeñas empresas debe ser una prioridad. Los gestores de estas pequeñas tiendas posiblemente desconozcan incluso qué son las redes sociales o cómo se utilizan. E incluso cómo se deben utilizar más allá que subir fotos incluso de mala calidad que podrían estar dañando la imagen de la empresa. Cabe tener muy claro qué dinamizar en estos canales y diseñar una planificación general de contenidos mínima entremezclando aspectos como los productos, fotos de calidad, enlaces de interés que aporten valor, evitar errores ortográficos, saber gestionar las malas contestaciones de los usuarios y los momentos de crisis y nada mejor que contar con expertos que sepan gestionar y poner en valor la presencia online de estas pequeñas empresas y tiendas de barrio en su nueva aventura online.
